No te lo vamos a negar: es un gran cambio. Apostar por el rubio platino, si además has sido morena toda tu vida, es una carta –ganadora– que te hará sentir muy diferente. «Y, ¿qué gano?» Te estarás preguntando. Seguridad en ti misma (¡no todo el mundo se atreve a saltar a ese rubio!), un look original y que ahora es tendencia y, algo que no podrás evitar, la necesidad de irte de compras para hacerte con prendas que combinen con tu nuevo pelazo. Claro que sí.
Muchas celebrities se han casado con este tono en los últimos meses, para acompañar a un giro que ha dado su vida, como es el caso de Katy Perry tras su ruptura con Orlando Bloom, o para reivindicar que los estándares de belleza establecidos han de ser erradicados, como Cara Delevingne, que ha acompañado su cambio de color de cabello con un rapado de cabeza, a lo loco.
¿Estás pensando en lanzarte? Antes de nada, hay que tener en cuenta ciertas pautas, pues mantener este tono supone integrar en tu rutina de lavado un poquito más de atención. Iris Núñez, peluquera profesional de Girona, nos recomienda: «Para mantener el tono platino, la clave es utilizar champús muy hidratantes (y, si puede ser, azules) y tratamientos con mascarillas una o dos veces por semana. Y ahora que llega el verano y exponemos el pelo a agentes externos más nocivos, lo mejor es utilizar productos con proteínas o aceites que se pueden aplicar con el pelo mojado o seco (las marcas Salerm y Moroccan Oil son las que utilizamos en el salón, a nivel profesional)».
¿Crees que este rubio no es para ti pero te gustaría dar un cambio de igual manera? Iris nos sugiere: «Las mechas californianas o la técnica balayage (degradado sutil) siguen estando de moda y son recomendables para las chicas a las que solo les apetece dar un toque de luz a su pelo o para las que prefieren no depender de un cuidado tan riguroso, pues estas apuestas consisten en una decoloración de medios a puntas y no hace falta retocarse las raíces cada mes».
Ficha en nuestra galería a las celebrities que se han lanzado con el rubio extremo, ¡y desmárcate!