Rocío Aguirre: “Una misma tiene que poner el límite de hasta dónde se pueden meter los demás en tu vida”

El lugar de la fotógrafa de moda Rocío Aguirre (Concepción, Chile, 1989) suele estar detrás de la cámara. Sin embargo, los pasados Goya la colocaron delante del foco cuando atravesó la alfombra roja cogida de la mano del músico C. Tangana, su pareja desde hace más de tres años. “Entregaba un premio de fotografía y, entonces, como que tenía un poco de sentido ir de acompañante”, comenta con timidez.

Hoy, de nuevo, se encuentra frente a las luces, esta vez como protagonista absoluta con maquillaje de la colección P/V 23 de Chanel y nuevo libro entre manos, Rocío (2008-2022) x Rocío Aguirre, editado por Paripé Books.

Reconoce ponerse “supernerviosa” a este otro lado pero, risueña, saca chispas al momento e intenta aprender de Raquel, la maquilladora, de Danniel, el fotógrafo... “¡Estoy todo el rato preguntándoles por qué hacen esto y lo otro!”, exclama entre risas. “Es como volver al principio, cuando asistía a otros fotógrafos, y recuperar esa curiosidad.” Hacemos flashback de esos comienzos.

Rocío luce un maquillaje monocromático de sombras rosadas (de la paleta 4 Rouges Yeux et Joues Eyeshadow and Blush Palette) y labial fucsia Rouge Allure Velvet. Ambos, de Chanel.

Pendientes y anillos Coco Crush en oro amarillo y oro beige de 18k, de Chanel Joaillerie.

 

Rocío cuenta que sus padres tenían una agencia de publicidad en Concepción, lo que le hizo ser consciente de que la fotografía era una profesión de la que se vivía, no solo un hobby. “Se acababan de separar, tenía unos ocho años y mi padre me regaló la típica cámara pocket de los noventa. Nos fuimos una tarde a la playa y me dijo: ‘Toma, haz un carrete entero’. En esa época era rarísimo porque había que revelar. Ese fue mi primer contacto con la fotografía, pero hasta los quince años no tuve la conciencia de querer dedicarme a ello profesionalmente”.

“Era la época del Fotolog y nos hacíamos fotos entre los colegas, como ahora en Instagram. Un amigo algo mayor trabajaba haciendo campañas y yo me iba de curiosa. Ahí descubrí que existía la moda. Más tarde me fui a Nueva York a hacer un curso de colodión húmedo, un tipo de fotografía de 1800 donde tú te haces tu propio negativo con las manos y empleando un químico. Es un proceso muy lento, una fotografía única que no se puede volver a reproducir. Siempre digo, sin embargo, que la fotografía analógica me eligió a mí, no a la inversa, porque empecé con muy poquito dinero y no tenía los medios para comprarme una cámara digital”, continúa la artista.

Tras otra breve estancia en Chile se mudó a España, donde sentía que podía estar más cerca de su mundo. “Aquí llevo casi cinco años. ¿El momento más bonito de mi carrera? Está siendo ahora mismo”, espeta ilusionada. 

El trazo rasgado de Stylo Yeux Waterproof, en el tono Or Rose, reinventa el efecto buena cara. Los labios también se maquillan con un tono ocre de Rouge Allure Velvet, de Chanel.

Body negro con lazo, de Chanel. 

Pendientes y collar Eternal Nº5 en oro beige de 18k y diamantes. Collar Coco Crush en oro amarillo de 18k y diamantes, de Chanel Joaillerie.

Te encuentras bien rodeada de compañeros como Greta Fernández, Miranda Makaroff... ¡Me vine a lo loco! (risas). Con muchas ganas, eso sí, y en estos años he ido conociendo a gente. Al final el círculo se va haciendo pequeño porque si trabajas en algo artístico todos nos conocemos, te recomiendan... A mí me encanta hacer cosas colaborativas: si me gusta un diseñador le escribo y le digo, “oye, lo que necesites”. Es importante colaborar con gente nueva, porque si no vas a estar siempre en un círculo endogámico.

“Una relación sagrada”. Así has calificado tu noviazgo con Antón Álvarez, C. Tangana. ¿No te gusta hablar de tu pareja? No, porque siento que cuando uno da pie a que hablen ya se desmadra y todo el mundo quiere saber. Uno mismo tiene que poner el límite de hasta dónde se pueden meter los demás. Y por otro lado me parece innecesario. Es guay, porque trabajamos en cosas parecidas, pero al final cada uno tiene su carrera. Tampoco hay que esconderse, sino tratarlo con naturalidad. 

Se te ha visto en los desfiles de Jacquemus, Gucci, la 080 Barcelona Fashion... ¿Disfrutas los front rows? Me lo paso mejor en los backstages, ir a hacer fotos atrás y poder sacar una pequeña versión de lo que va a salir. Y estar más cerca del diseñador y ver cómo trabaja. Me apasiona la moda, siento que retrata muy bien el contexto social y político de diferentes épocas de la historia, y me gustaría poder hacer cosas con diseñadores españoles que me gustan mucho, como Palomo Spain o Dominnico. Y, por pedir, ¡me encantaría hacer una campaña de Chanel!

Una explosión de tonalidades rojizas inunda los párpados. Las paletas Les 4 Rouges Yeux et Joues, de Chanel, ahora en tamaño XL, son las auténticas protagonistas del maquillaje.

Pendientes Coco Crush en oro beige de 18k,de CHANEL Joaillerie.

Hay influencers farmacéuticos, nutricionistas, fotógrafos... ¿Te identificas con la etiqueta? Es una herramienta que hay que aprovechar, pero yo no soy una profesional de redes sociales y por eso trabajo con una persona que me ayuda. Además, no me siento cómoda haciendo fotos con el teléfono y prefiero que cada cual ejerza su trabajo. Tiene sentido que yo suba cosas de moda porque me gusta y está ligada a mi
profesión, pero no, por ejemplo, de un lavavajillas y decir “gracias, “x” por...”. Tienen que ser marcas con las que me sienta comprometida.

Has publicado el libro Rocío (2008-2022) x Rocío Aguirre. ¡Mucha Rocío! Lo que más me costó fue el título, pero porque es difícil ponerle nombre a un diario de vida, que es como yo lo llamo, catorce años de fotografía analógica. No quería llamarlo ‘momentos’ ni ‘miradas’, muy pretencioso, ¿no? Mis padres me pusieron Rocío por el rocío de la mañana, porque eran muy hippies. De hecho, en mi época había poquísimas Rocíos en Chile. Todo el mundo me dice que el nombre es muy español, y encima, Aguirre, que es como vasco.

Rocío lleva el labial rojo con subtono azul Rouge Allure Velvet, en Rouge Chanel, y un toque de glow en los párpados con Baume Essentiel Multi–Use Glow Stick, de Chanel.

Top, en piel, con bordados y encaje, de Chanel.
Pendientes y anillos Coco Crush en oro amarillo, oro blanco y oro beige de 18k, de Chanel Joaillerie.

Fotografía: Danniel Rojas. Realización: Piluca Valverde. Maquillaje y peluquería: Raquel Álvarez para Chanel. Asistente de fotografía Javi Blanco.

Elegir foto de apertura y cierre de catorce años de vida tiene que ser complicado, ¿no? El libro abre con una imagen del jardín de rosas de la casa de mi madre, donde me crié. La de cierre me costó mucho porque es raro terminar tu vida sin que termine, y morirse no es plan (risas). Quise dejarlo abierto, muy ligado a los viajes, a seguir expandiéndome y terminé con una foto de Nueva York porque es una ciudad que me encanta.

En estas imágenes se aprecian muy bien tus tatuajes. ¿Qué significan? La mayoría son muy simbólicos. El de la parte interna del brazo es el diseño de un amigo al que tengo mucho cariño. La serpiente me la tatué cuando llegué a España para acordarme de cómo era mi infancia en el campo. Y la rosa es para recordar a mi tía abuela, Raquel.

Larga vida al rojo

A Rocío Aguirre le encanta el maquillaje, pero no para “inventarse” una cara sino para potenciar la belleza. En esta sesión se sirve de la colección La définition du rouge, de Chanel, que nos acerca la energía intensa del bermellón para párpados, mejillas (iluminadas con  bálsamo multiusos), labios (en naranja y granates empolvados) y uñas (con dos tonalidades, rojo amarronado y sandía). ¿El favorito de la fotógrafa? El colorete. “Lo tengo en todas las versiones”, cuenta a InStyle.

De izquierda a derecha y arriba abajo:

Laca de uñas Le Vernis en los tonos Rouge Cuir y Watermelon (32 €)

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Polvos bronceadores con efecto buena cara Les Beiges Poudre Belle Mine Ensoleillée (55 €)

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Base de maquillaje Les Beiges Water–Fresh Complexion Touch (62 €)

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Stick multiusos Baume Essentiel Multi–Use Glow Stick, en Rouge Frais (42 €) 

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Les 4 Rouges Yeux et Joues Eyeshadow and Blush Palette, en formato XXL (80 €)

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Lápiz de ojos Stylo Yeux Waterproof, en el tono Or Rose (28 €)

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Máscara de pestañas Noir Allure Mascara, en color granate Rouge Grenat (45 €)

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Barra de labios de acabado aterciopelado y luminoso, Rouge Allure Velvet (45 €)

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Todos los productos son de Chanel.