Los tintes naturales no son solo la única opción colorista para quien es alérgica a los productos habituales. También la elección ideal para quien quiere establecer una conexión orgánica con todo su cuerpo. Y aunque el cabello pueda ser una parte secundaria a nivel funcional, lo cierto es que cuidarlo con los mejores ingredientes es el camino para pasar de pelo a pelazo.
Pero, ¿qué es la coloración natural? Es la que se lleva a cabo con tintes vegetales obtenidos sobre todo a partir de plantas, arcillas y minerales. Hay diversos tipos: la tradicional henna, los óleos y la coloración ácida. Todo con tal de no incluir en le mezcla agentes químicos tan agresivos con el cabello como el amoniaco.
Las ventajas son muchas, porque la coloración vegetal se acopla a tu cabello sin dañarlo, y tiene efectos benéficos sobre el cuero cabelludo a la hora de tratar el exceso de grasa, los episodios de caspa y hasta algunas alopecias.
La coloración natural en el salón de belleza o la casa
Pero te lo hagas en casa o acudas a tu salón de belleza preferido, el tinte vegetal también tiene ciertas limitaciones con respecto al químico, sobre todo si tu objetivo es aclarar el cabello o, por el contrario, cubrir al 100% las canas.
Así lo explica la firma de peluquería ICON: "Por ejemplo, si tienes un cabello castaño oscuro y aplicas un rubio claro encima, no verás ninguna diferencia. Sin embargo, si tienes un cabello castaño oscuro con canas, verás la tonalidad que has escogido".
Estos colores tiñen el cabello sin alterar o cambiar su naturaleza y lo que se puede percibir como una desventaja (capacidad de cobertura o durabilidad) puede ser también su principal virtud. Aquí te dejamos algunas opciones para un acabado profesional en el salón de belleza con la conciencia tranquila de no estar dañando tu pelo.