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Si fumas esto te interesa: según varios estudios científicos el humo del cigarrillo puede desencadenar la caída del cabello. Los folículos pilosos necesitan oxígeno, nutrientes y minerales para producir un cabello sano (ya sabes que alimentar bien a tu cabello es una de las mejores formas de mantenerlo sano). Los productos químicos tóxicos presentes en el humo del cigarrillo pueden afectar a la circulación, reducir los vasos sanguíneos e interrumpir el flujo de sangre. Además, el estudio añade que fumar puede dañar el sistema inmunológico y, como consecuencia, provocar enfermedades o patologías que causan la pérdida de cabello.
Contaminación ambiental
Pero no es solo inhalar humo de cigarrillo lo que puede dañar los folículos capilares, ya que el estudio señala que si fumas regularmente en tu casa o en el coche con las ventanas cerradas, podrías estar creando contaminación ambiental. Y aunque la mayor parte de la pérdida capilar es genética, la investigación vincula el adelgazamiento del cabello con factores ambientales como el aire contaminado.
Por lo tanto, es mejor no propiciar este tipo de ambientes. Cuando te vayas a encender un cigarrillo, abre las ventanas e intenta airear el ambiente, tu cabello te lo agradecerá.
Efectos de la nicotina en tu cabello
Sumado a todo esto, el estudio señala que la nicotina en el tabaco puede estimular el sistema de dopamina del cuerpo para "acelerar la secreción de este neurotransmisor que promueve la secreción de adrenalina en los humanos y causar excitación". Cuando aumenta la secreción de adrenalina, aumenta también la secreción de grasa en el cuero cabelludo, bloqueando severamente el folículo piloso y evitando su oxigenación. Esto afecta a su metabolismo e interrumpe el entorno en el que crece tu cabello, causando eventualmente la caída capilar.
La solución a todo esto sería dejar de fumar o reducir al mínimo el consumo de cigarrillos al día, pero si te ves incapaz de dejarlo o, simplemente, no te apetece, puedes comenzar a incluir estos productos a tu rutina capilar para conservar una melena fuerte, nutrida y densa (aunque fumes).