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El flequillo es uno de esos grandes dilemas sobre el que nadie parece ponerse de acuerdo. ¿Queda bien a todo el mundo? ¿Todas podemos llevarlo? ¿Cuál es el flequillo perfecto para mí? Para empezar, has de saber que no todos los flequillos son iguales, pero siempre existe alguna opción que se puede adaptar a cada rostro. Es decir, si tienes la cara alargada, no apostarás por el mismo flequillo que tu amiga que tiene la cara redonda y viceversa. A la hora de escoger el flequillo perfecto para nosotros, tenemos que tener en cuenta que su propósito es el de equilibrar la forma del rostro, ovalarlo, enmarcarlo y proyectarlo. Si nos hace la cara más ancha, no es para nosotras. ¡Así de fácil!
Flequillo: ¿sí o no? Resolvemos el dilema de toda la vida
Lo bueno del flequillo es que es una opción muy cómoda si queremos cambiar de look sin renunciar al largo de nuestra melena. Los más largos e informales permiten dar movimiento para que esté pegada a la cara y, además, no requieren de mucho trabajo para peinarlos (simplemente debemos dejar que el pelo tome su forma natural cuando se seca). Además, estos flequillos largos abiertos, a capas e integrados con el resto de la melena, no necesitan ser retocados tan frecuentemente. Este corte se adapta a aquellos rostros que necesitan volumen en la parte superior de la cabeza y, si bien a este tipo de caras no quedan bien peinados sobre la frente, si lo hacemos hacia un lado, crean un ligero tupé que eleva la línea del rostro, favoreciéndolo. Los flequillos cortos son una opción perfecta para las más atrevidas, ya que proporcionan un look de lo más cool a la melena. Eso sí, no quedan bien a todo el mundo...
Si quieres apostar por el flequillo, echa un vistazo a estas fotos de inspiración ¡y apuesta por el que mejor se adapte a tus rasgos!