Los sulfatos, como te contábamos al inicio de este artículo, son componentes presentes en nuestros champús más habituales que arrastran la grasa de nuestro cabello y las partículas de color que le hayamos puesto. No debemos pensar que arrastrar la grasa es bueno. Esta es necesaria para proteger nuestro pelo. De ahí por ejemplo que haya que determinar en cada caso cada cuánto tiempo y con qué productos hay que lavarse el pelo. Aunque cada melena es un mundo es mejor no lavarse el pelo con demasiada frecuencia precisamente para mantener esa grasa natural que actúa de escudo protector.
¿Cómo sé si estoy ante un champú sin sulfatos?
Los champús sin sulfatos no producen espuma. ¿Quiere esto decir que no lavan en profundidad? Para nada. La espuma es la responsable de arrastrarlo todo, tanto la suciedad como las cosas de las que se beneficia nuestro pelo. Si un champú tiene mucha espuma no tiene por qué lavar mejor, pero sí dejará nuestra pelena opaca, sin luz, sin brillo y consecuentemente el tinte que nos hayamos puesto lucirá mucho menos.
Son muchos los colores y cortes de pelo que se van a llevar esta temporada. Es normal que si estás pensando en ponerte mechas, cortarte o teñirte el pelo, te sientas algo confundida y no termines de decidirte. Estamos en un momento en el que todo vale. Pero te hagas lo que te hagas, recuerda que, aunque el pelo crece, si no lo cuidamos nunca lo hará como antes.