Cuidarse los pies es una tarea de la que nos acordamos cuando desempolvamos las sandalias del armario y queremos lucir una bonita pedicura. Pero en las épocas de frío, aunque sólo los enseñemos en la intimidad o para nosotras mismas, es agradable tenerlos en condiciones, ¿no?
No sólo por estética, las durezas molestan, la piel seca, la escamación, incluso los hongos que cogemos en gimnasios o piscinas... Todo eso puede evitarse durante el año si pasamos por los protocolos necesarios y en casa ponemos de nuestra parte para mantenerlos bonitos y sanos.
EN CASA...
La exfoliación es el paso previo para eliminar las células muertas y puede hacerse mediante scrub o de manera mecánica (el de Tata Harper es maravilloso y biodegradable) o con unos buenos calcetines efecto peeling. ¿Los conoces? Se ponen en los pies y se dejan actuar alrededor de una hora, durante esa semana las células muertas se desprenderán por ellas mismas dejando la piel como la de los bebés, ¡una maravilla! Los de Luxiderma funcionan muy bien y son baratos.
Otra idea es usar productos específicos para dentro del baño que actúen en los pies, o directamente poner en un recipiente agua calentita y añadir una pastilla refrescante de sal de Epsom y tagetes como la vegana de Lush.
Los aceites de lavanda y la camomila azul se convierten en tus aliados para que tus pies vuelvan a la vida, sobre todo después de haber usado tacones o una sesión de running.
Otro paso es la hidratación: antes de ir a dormir y con los pies recién limpios, usa una crema que los haga descansar mejor. Nos encanta para ello Podocream de Massada, porque actúa sobre la microcirculación y ayuda a descongestionarlos. Los ingredientes que incluye en su formulación atacan las durezas y rugosidades de los pies, además de prevenir la micosis (hongos).
Y para esos momentos en los que llegas con la planta hinchada y retención de líquidos, utiliza una loción con aceite de árbol de té (La de Mi Rebotica es perfecta para esto).
EN EL GYM...
Siempre con chanclas en las duchas y calcetines transpirables, de material técnico y que no conserven la humedad. El gimnasio es un foco de hongos y el sitio idóneo para cogerlos, no sólo en las duchas. Cuando nos cambiamos de zapatillas y pisamos descalzos, también somos vulnerables a cogerlos en ese momento.
Previene el pie de atleta, los hongos y las verrugas con un spray invisible como el de Excilor, dura hasta ocho horas intacto.
EN CENTROS...
No nos engañemos... No sale igual de bien la pedicura en casa que en un sitio profesional donde se dedican a ello. No llegamos igual a ciertas zonas, ni tenemos todo el material específico, ni esa carta de colores (y sobre todo esa precisión). Destacamos el ritual de Santum, un auténtico placer con varias fases en las que sales con los pies nuevos.
Otro que recomendamos 100% es la pedicura Santa María Novella, tan refrescante que sales flotando.
Ponte al día con tus pies y mímalos como el resto de las partes de tu cuerpo, nos los dejes como 'zonas olvidadas'.