Está claro que el objetivo del maquillaje es ponernos buena cara. Pues bien, parece que a veces el camino se desvía y los atajos cobran forma de piel ajada por abuso de polvos sueltos, colores -por lo general demasiado oscuros- que hunden la mirada o brillos que se marcan en los pliegues y terminan arruinando el look final. Sigue los consejos del maquillador David López para una luminosidad muy natural y maquillarte de forma glamourosa sin artificios.