Más allá de lo que dicten las tendencias en las pasarelas o de los atrevidos looks que la serie Euphoria ha conseguido que imitemos, la realidad es que nuestro objetivo a la hora de maquillarnos siempre suele ser el de conseguir el efecto buena cara.
Buscamos todo aquello que puede ayudar a mejorar la imagen que proyectamos como cubrir ojeras, ganar un poco de brillo, agrandar nuestra mirada o añadir luz a nuestro rostro. Pero hay veces que, por mucho que lo intentamos, el resultado termina siendo desastroso. Y no porque no le pongamos el empeño suficiente sino porque una y otra vez cometemos una serie de errores que tiran por tierra todo nuestro look.
Es por esto que hay que tener muy claro los pasos a seguir y cómo llevarlos a cabo. Para Fanny Maurer, maquilladora internacional de la marca Kat Von D Beauty, lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de ponernos manos a la obra es la limpieza. "Siempre hay que limpiar e hidratando la piel antes de maquillarse y usar herramientas limpias", explica.
LA LIMPIEZA, EL PASO FUNDAMENTAL
Parece evidente pero no preparar la piel y no limpiar correctamente las brochas es un error más habitual de lo que parece. De la misma forma que lo es el hecho de usar demasiada base y corrector. "Cuanto menos producto se aplique sobre la piel, más saludable se verá y más tiempo se mantendrá" asegura Maurer, quien recomienda en este sentido "no usar base alrededor del área de los ojos, sino usar siempre un corrector hecho para esta área sensible específica de nuestra cara".
El exceso de iluminador, la mala aplicación del colorete o el hecho de recurrir a tonos más oscuros que el de nuestro rostro son otros de los fallos más frecuentes a la hora de empezar nuestra sesión de maquillaje pero no son los únicos. Repasamos algunos de los más graves a continuación para que, de una vez por todas, logres evitarlos y conseguir el desenlace deseado.