Tras días (y días) de confinamiento estricto, los relojes de la casa parecen llevar un ritmo más pausado, sus tic-tacs son perezosos y las alarmas de aquellos digitales no quieren sonar por la mañana. Es como si la tierra hubiera dejado de girar y estuviera (igual que nosotros) a la espera de nuevos acontecimientos que reanuden la vida cotidiana.
El insomnio y los sueños vívidos constantes se han convertido en consecuencia. Hay mañanas, incluso, en los que la cabeza se inventa una resaca, como si echara de menos las copas de vino blanco con amigos por Ponzano o la música medio-alta de los pubs de Malasaña.
Las ojeras, mañana tras mañana, se van volviendo un poco más oscuras y nosotros esperamos que con una siesta o dos desaparezcan de inmediato. Qué ingenuos.
Y en cuanto a ojeras se refiere, inevitablemente se me vienen a la cabeza varios nombres: Phoebe Tonkin (Cleo Sertori en H2O), Kaia Gerber (modelo e hija de Cindy Crawford) y Kristen Stewart (Bella Swan en Crepúsculo). Puede que no duerman lo suficiente por el ritmo incesante de Hollywood o que la genética juegue su papel, pero todas tienen unas características ojeras oscuras que si bien podrían considerarse molestas o problemáticas en este caso se convierten en una seña de identidad.
Aun así, aunque una zona oscura bajo los ojos pueda parecen encantadora o misteriosa (en ciertas ocasiones), en otras crea una sensación de rostro cansado y apagado. Por ello, el corrector es uno de los productos imprescindibles en toda rutina de maquillaje que busque obtener el efecto 'buena cara'.
Como de costumbre, tomando de ejemplo a la maquilladora Violette, los mejores correctores son aquellos con una textura líquida, fluida o cremosa pues dejan un acabado mucho más luminoso, hidratado y natural. La aplicación del producto debe ser en poca cantidad y utilizando el anular a toques o con una esponja de maquillaje (beauty blender) previamente humedecida. Además el corrector no debe colocarse muy cerca de las pestañas, sino en una zona inferior.
En cuanto al color, no debe utilizarse uno demasiado claro pues puede crear el efecto contrario al deseado. Para un efecto natural lo mejor es un corrector del tono de nuestra piel o un poco más claro para iluminar ese área del rostro.
He aquí una selección de 13 correctores (e iluminadores) que funcionan como ocho horas de sueño.