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No hay neceser de verano (link “Te recomendamos estos 10 básicos”) que se precie donde falten los polvos bronceadores. ¿La razón? Crean un espejismo de moreno fake al que nadie se resiste. Y ni en gotas, ni en crema: el golpe final de maquillaje lo da esta milagrosa paleta de terracota. Si el acabado es satinado, mejor, ya que aportará un extra de luz al rostro. Pero, ojo, porque mal utilizados pueden provocar en la persona que tienes enfrente el efecto óptico de un (mal) viaje al Caribe. O de una pandereta, sin volúmenes en la cara.
Con estos trucos de la maquilladora Sonia Marina (y una selección de nuestros polvos favoritos, esos que favorecen a todos los tonos de piel), lograrás dominar la técnica. Dispón el bronzer, saca labrocha y abre las notas del móvil.
“Comienza extendiendo los polvos de sol desde el lóbulo de la oreja hacia el centro del pómulo. Hazlo con una brocha grande de atrás hacia delante y bate en movimientos circulares para finalizar”, recomienda Sonia Marina.
"Aplica producto en los huesos de la sien, yendo hacia la frente, y desliza la brocha hacia el pómulo y la zona de la mandíbula, trazando la clásica forma de ‘3’", continúa la experta.
"Da un toque de bronzer en el tabique nasal para conseguir un efecto de bronceado más intenso. Así evitarás cortes y el conjunto quedará más equilibrado y natural".
"Como toque final, extiende el producto restante por el resto del rostro, evitando la zona ’T’. De esta forma lograrás un acabado más creíble".
¿Buenos aliados? Sonia Marina propone completar el look con un toque de colorete -mejor coral, porque favorece a todas- e iluminador (aquí tienes una selección de los mejores) en el arco de Cupido, lagrimal y alto del pómulo para crear puntos de luz que ayuden a completar el efecto de “buena cara”.
Con estos trucos de aplicación conseguirás un efecto de bronceado perfecto. Además, aquí tienes nuestra selección de polvos: