Lo primero que debes saber es que cada mancha es un mundo, ni todas deberían preocuparte (como las pecas, los lunares de forma y color normal, los lentigos o las manchas de nacimiento) ni tienen por qué ser síntoma de algo malo.
Pero si has vuelto de verano con una de ellas lo primero que debes hacer es acudir a tu dermatólogo y que te diga qué tipo de mancha es.
Si estamos ante unas hipercrómicas (más oscuras que el color de la piel) producidas por el sol, sin ningún tipo de connotación maligna; no hay nada de qué preocuparse. Pero para saber cómo tratarlas, contamos con los consejos expertos la Dra. Cristina Hoyos, dermatóloga y directora de Clínicas Ceta.
¿Qué manchas podemos combatir?
Las susceptibles de ser tratadas mediante productos despigmentantes son: los lentigos solares y el melasma.
Los lentigos aparecen cuando vamos cumpliendo años en zonas expuestas como escote, espalda, brazos y rostro. Los produce la exposición solar durante años y suelen responder bien a tratamientos despigmentantes cuando son recientes o al láser. Aquí hay que insistir en la importancia de usar protector solar.
El melasma es causa de un exceso de exposición solar, inflamación local, la toma de anticonceptivos, el embarazo... Suelen salir en la frente, las mejillas, el labio superior o los brazos. Su tratamiento requiere habitualmente que se combinen distintos procedimientos, como productos despigmentantes aplicados a diario, peelings o láser.
¿Los productos despigmentates funcionan?
Si, funcionan, pero no todos por igual ni en todas las personas. Hay distintas sustancias despigmentantes que solas o combinadas puede tener un efecto más o menos intenso en la piel de cada persona.
¿A qué edad debemos usarlos?
Dependerá de la presencia de manchas, de qué tipo sean (no todas desaparecen con despigmentantes) y la zona. Lo ideal es usarlas en cuanto aparezca la mancha, no hay una edad concreta, pero cuanto menos tiempo de evolución tenga la mancha, más eficaz suelen ser estos productos.
¿Hay que combinarlos con algo?
Lo más importante de un tratamiento despigmentante, es la protección solar. Por tanto siempre, cada mañana debemos aplicar un buen protector solar de muy alta potencia (50+) y por las noches nuestro tratamiento despigmentante. En ocasiones estas sustancias despigmentantes pueden irritar, en esos casos habrá que alternarlos con crema hidratantes que recuperen el equilibrio de la piel.