En cuestión de labios "más vale prevenir que curar", asegura Raquel García, directora de formación de Nuxe España. Es preferible protegerlos de antemano, que sufrir las consecuencias de pieles agrietadas y sequedad durante semanas.
Sabemos que unos labios están sanos porque "están hidratados, nutridos, sin pielecitas y sin rojeces", añade Raquel, y para ello, la experta aconseja usar un producto adecuado para ellos, del tipo bálsamo reparador que actúe de igual forma en la prevención como en el tratamiento.
En invierno, la rutina labial se vuelve más exigente por el clima y si no se cuida esta zona correctamente, señalan expertos de Blistex (marca especializada en el cuidado labial),"se descaman". Para evitarlo, "debemos incluir en nuestros hábitos la exfoliación e hidratación diaria. Con una mascarilla de miel y azúcar se realizan pequeños masajes en la zona para eliminar células muertas".
Un dato curioso que no puede caer en el olvido es que, al igual que la piel del rostro, la de los labios utiliza la noche para resetearse y nutrirse en profundidad, por lo que conviene echar mano de trucos como el de la directora de formación de Nuxe: "aplicar una capa de bálsamo, más gruesa por la noche, con un ligero masaje y por la mañana aplicar una capa fina". de este modo la sensación de hidratación no se va nunca.
En palabras del Dr. Juan Arenas, asesor médico de Eucerin, “normalmente se tiende a buscar los tratamientos más específicos para la piel, sobre todo si se trata del rostro, pero los labios suelen ser los grandes olvidados, recurriendo en muchos casos a tratamientos que no reparan e hidratan a largo plazo y que, en muchas ocasiones, empeora su salud". Esto se traduce en deshidratación, que hace que los labios parezcan arrugados y resecos. "Beber dos litros de agua y utilizar una fórmula nutritiva que ayude a retener la humedad, consigue unos labios suaves y turgentes", destacan desde la marca Blistex.