¿A quién no le gusta que le regalen flores? Recibir un ramo (o contemplarlo en el salón de tu casa) produce alegría y bienestar. De hecho, recientes estudios demuestran que estas pueden ayudar a levantar el ánimo y hacernos sentir más alegres. Por no hablar del Feng Shui, que asegura que las plantas que tienen flor aportan la mayor energía chi, gracias a su colorido. O por no hablar de lo placentero que resulta pasear una mañana de primavera por el campo y ver cómo nacen por todas partes flores silvestres que, no sabemos por qué, nos animan la vida.
Los expertos en aromaterapia aseguran que las rosas contienen un químico llamado feniletilamina, que provoca que el cerebro libere endorfinas -que son las hormonas del placer- e imite la sensación de estar enamorado; el jazmín es capaz de mejorar la concentración, ya que su fragancia activa ondas beta en el cerebro, que favorecen focalizarse en una materia; en cambio las magnolias ayudan a aliviar el estrés y la ansiedad, así como mejoran la memoria, y el linalool, que es la fragancia de lavanda, estimula la producción de gaba, un neurotransmisor que mejora la habilidad para percibir errores.
“Las principales tendencias en cosmética nos van a dirigir cada vez más hacia ingredientes naturales; plantas y flores. Al final, la naturaleza nos brinda soluciones y herramientas para poder cuidarnos y mantener nuestra piel saludable”, asegura Estíbaliz Lancha, farmacéutica y directora técnica de Mi Rebotica. De ahí que cada sena más las firmas cosméticas del mercado que apuesten por incluir las flores en sus fórmulas, ya que su aroma nos estimula y sus principios activos son ayudan a mantener nuestra piel y cabello sanos y bonitos. Desde siempre, las flores han sido una de las bases de la cosmética... pero ahora, además, sabemos todo lo que son capaces de darnos.