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Si ya has cumplido los 40, sabrás que por mucho ejercicio que hagas o por más que intentes cuidar tu alimentación y a pesar de comer exactamente lo mismo que con 20 años, los kilos de la báscula van subiendo. Además, las tácticas que siempre habíamos utilizado para perder los kilos de más como comer menos y quemar más través del ejercicio ya no nos aportan el resultado esperado. ¿Te suena?
Tenemos malas noticias: la ciencia ha comprobado que alrededor de los 50 años empieza a ser más difícil bajar de peso debido a diferentes factores. Por una parte, el gasto energético depende de diferentes elementos y uno de ellos es la edad, cuando dejamos de crecer el gasto energético en reposo disminuye aproximadamente un 5% cada década y después de los 50, un 10%, por lo tanto, durante la juventud es más fácil perder peso ya que el gasto energético en reposo es mayor. Resumiendo: consumiendo la misma cantidad de calorías se tiene mayor tendencia al almacenamiento.
Factores que pueden hacer que subas de peso a partir de los 40 años
- A partir de los treinta años los expertos calculan que se pierde entre un 3 y un 5% de masa muscular en cada década. Si tenemos menos masa muscular quemamos menos calorías, la grasa del cuerpo es el combustible que quema el músculo y si vamos teniendo menos músculo el organismo consume menos glucosa y la grasa se va quedando en nuestro cuerpo. Por lo tanto, si seguimos comiendo y quemando lo mismo el peso subirá. Este cambio de composición también influye en la constitución de una persona, a veces el peso es el mismo pero aumentamos la talla.
- Otro factor que incide en este aspecto es la menopausia, este declive está relacionado con el equilibrio entre progesterona y estrógeno, la progesterona se pierde más rápido que el estrógeno y el desequilibrio incita la subida de peso ya que el estrógeno produce células grasas pero la progesterona lo contrarresta.
- A medida que van pasando los años, es habitual una disminución paulatina del ejercicio físico, este hecho hace que se acumule más grasa, por lo tanto, otra de las causas puede ser la falta de ejercicio que produce un menor gasto de energía. Un estilo de vida sedentario y poco saludable en cuanto alimentación puede influir más en el aumento de peso que el enlentecimiento natural del metabolismo.
- La calidad del sueño también influye el peso, dormir mal puede engordar. El sueño provoca un desequilibrio entre la grelina (la hormona del apetito) y la leptina (la hormona de la saciedad) favoreciendo a la primera. Este hecho hace que te apetezcan más hidratos de carbono, con lo que ingieres más calorías. Además, el sueño también desequilibra el metabolismo de la glucosa y así acumulas más grasa.
- El estrés y la depresión también pueden afectar al peso y, con la edad, es más común que aparezcan estas dolencias ya que la carga emocional va aumentando. Los nervios empujan a comer por ansiedad y a engullir alimentos ricos en azúcares.
La pérdida de peso a partir de los 40, ¿es más difícil?
Perder peso es más complicado cuanto mayor eres. Los expertos en nutrición de la Clínica Opción Médica explican que "el gasto energético en reposo baja con la edad, por lo tanto, debemos reducir más que los jóvenes la ingesta calórica y aumentar la actividad física para equilibrar el balance energético".
A medida que nos vamos haciendo mayores nos recomiendan "no incrementar demasiado de peso porque luego eliminar esos kilos de más va a ser complicado ya que tenemos menos herramientas para contrarrestar los cambios que se producen de forma natural en el metabolismo basal". Para prevenirlo es fundamental seguir una dieta saludable y realizar actividad física desde edades tempranas. Un estilo de vida saludable es esencial para controlar el sobrepeso y la obesidad. Perder peso de forma permanente con dieta y ejercicio es difícil, por eso la prevención es siempre el método más efectivo.
Recomendaciones para evitar ganar peso con la edad
- Para evitar ganar peso con la edad es básico llevar una vida saludable. No debemos esperar a tener un exceso de peso para llevar a cabo unos buenos hábitos alimentarios o realizar ejercicio. Seguir una dieta mediterránea puede ayudarnos a encontrar el equilibrio en la alimentación.
- A medida que nuestra edad va avanzando es fundamental controlar mucho las cantidades en la comida y ajustarlas a nuestras necesidades. Comer 5 veces al día también puede ayudarnos a no superar las cantidades aconsejadas.
- Dividir las proteínas en las tres comidas principales del día también puede optimizar la síntesis proteica. No debemos olvidar incluir proteína en el desayuno.
- No abandonar la actividad física con la edad. Es decir, seguir haciendo deporte aunque cumplamos años.
Y por último, señalar que realizar una dieta de restricción calórica siempre debe consultarse con un especialista para que no sea perjudicial para la salud.