Altea Zimbaldo ha trabajado tanto en gimnasios mixtos como en centros femeninos. A su entender en los primeros se infravalora a las mujeres. "No a todas, por supuesto", asegura. "Las hay que hacen horas de musculación y, por pasar más tiempo en el gimnasio, se han ganado un respeto o trato igualitario", atestigua.
Sin embargo, tal y como nos cuenta, las mujeres que acuden con menos frecuencia se ven obligadas a ceder algunas máquinas cuando cualquier hombre las requiere.
Así, a los ojos de Altea un gimnasio femenino es mucho más recomendable si de verdad queremos entrenar tranquilas y preocuparnos solo y exclusivamente por mejorar la salud y estado de nuestro cuerpo y postura. Si con la cuesta de enero y la operación polvorón estás planteándote matricularte en un centro nuevo, no te lo pienses dos veces y busca un gimnasio femenino cercano.
Si no puedes entrenar fuera de casa por falta de tiempo, no olvides que existen diferentes tablas de ejercicios que se amoldan a tus necesidades y que puedes regular en función del tiempo que tengas. Recuerda que los cuerpos del verano se trabajan todo el año así que no lo retrases más y empieza a cuidarte ya.