Estamos ante el corte de pelo del verano, pero no solo eso, sino que es un corte de ida y vuelta que, “como una camiseta o un little black dress, emerge cada pocos años con distinto aspecto”, describe el peluquero Orlando Pita, responsable de avivar este look para el desfile de primavera-verano de Prada. A modelos como Giedré Dukaiskaite, pasar la tijera les supuso un renacer. “Me siento diez años más joven”, exclamaba en el backstage. ¿Dónde radica el secreto? Al bob le sigue una comparsa de adjetivos: natural, fresco, estiloso, chic... La descripción que cualquier look de belleza querría para sí. Pero, además, “tiene unas proporciones que favorecen a cualquier tipo de rostro: cuadrado, redondo, alargado, con barbilla o nariz prominente, cuello avejentado...”, enumera Álex Aznar, director del salón Dessange de Puerto Banús. Sin olvidar su versatilidad, lo que le añade valor en estas fechas, cuando lo que apetece son melenas effortless y poco secador. “Simplemente secado al aire queda desenfadado y sexy. Con efecto mojado y las puntas secas, resulta perfecto para las noches de verano. Y con raya a un lado, un poquito de onda y un tip de strass en uno de los laterales es una solución original para una cena.
Por si esto fuera poco, tiene la medida perfecta para poder recogerlo en un cómodo moñito de bailarina”, describe el peluquero. Orlando Pita añade algún truco más: “Siempre les digo a las mujeres con el pelo muy liso que se vayan a la cama con el cabello un poco húmedo. Mientras dan vueltas y vueltas durmiendo están creando, casi sin querer, una nueva textura de lo más natural”, cuenta. Anotado, “jefe”.