¿Notas que el calor asfixiante acentúa el sudor y te sientes incómoda? No eres la única. La buena noticia es que hay solución. Sólo tienes que hacerte con un desodorante en roll on para llevar en el bolso y reaplicar cuando más lo necesites. Y la pregunta más importante ¿cómo elegir el que más va contigo?
"El formato es más bien una cuestión sensorial, pero para llevar en el bolso el roll-on, stick o crema es la opción más práctica por su tamaño y comodidad. Evidentemente, las pieles grasas necesitan fórmulas frescas, polvadas y reconfortantes. En cambio, las secas prefieren la sensación de hidratación y la cremosidad de texturas más untuosas. Las axilas sensibles y delicadas deben usar fórmulas libres de alcohol, aluminio y sulfatos, pero duran menos. Pero es un tema muy sensorial que depende del gusto de cada persona. Eso sí, por motivos de higiene el roll on siempre es de uso individual", explica Inmaculada Canterla, Licenciada en Farmacia y directora de Cosmeceutical Center.
¿Afecta el clima a la transpiración?
La sudoración es un proceso normal y natural del que nuestro cuerpo no puede prescindir para regular su temperatura. Sin embargo, cuando este fenómeno se acelera puede resultar molesto. "En la superficie de la piel tenemos unas pequeñas glándulas que son responsables de la producción de sudor. Se denominan glándulas sudoríparas. Un adulto segrega a través de estas glándulas una media de 1 litro de sudor al día, ¡sin darse cuenta! Durante la actividad física o cuando hace calor, la cantidad de sudor producida por estas glándulas es mayor para permitir que el cuerpo se enfríe", aseguran los expertos de Ducray.
Por este motivo, en climas húmedos el cosmético que utilicemos tiene que ser más potente que en los destinos secos. En este momento es necesario preguntarse ¿necesito un desodorante o un antitranspirante?
Diferencias entre desodorantes y antitranspirantes
Los desodorantes "se encargan de controlar el crecimiento de las bacterias, pero sí que permiten la transpiración. Su función es la de enmascarar el olor gracias a su perfume, pero no evitan la secreción del sudor. En cambio, los antitranspirantes sí que bloquean los conductos de las glándulas sudoríparas regulando así la transpiración, por lo que evitan y controlan el flujo de sudor, la sensación de humedad y el mal olor. Las personas que tienen una sudoración excesiva (hiperhidrosis), necesitarán antitranspirantes, ya que el efecto de los desodorantes es menor", explica Inmaculada Canterla. Y añade "la toxina botulínica funciona muy bien para tratar la hiperhidrosis en manos o axilas".
¿Qué factores acentúan el olor?
El mal olor no procede del sudor en sí, sino de la combinación de éste con las bacterias y el sebo presentes en la zona. Las bacterias buscan zonas calientes y húmedas donde alimentarse del sudor y reproducirse fácilmente, convirtiendo en ocasiones esa combinación de sustancias en ácidos de olores fuertes y desagradables, dependiendo de la flora epidérmica de cada persona.
"Uno de los principales factores son las causas hormonales. Para la mayoría de mujeres de mediana edad, las fluctuaciones hormonales son una de las principales causas del mal olor, debido a los altibajos en los niveles de estrógeno, hormona que regula el funcionamiento del hipotálamo, parte del cerebro que controla la temperatura corporal. Una dieta poco saludable, el estrés, ciertas enfermedades y la genética son otras de las causas potenciales. Además, el uso de telas sintéticas o ropa muy apretada también favorece la acumulación de sudor", comenta Canterla.
Y ahora ficha los mejores desodorantes y antitranspirantes para llevar en el bolso y pasar con nota la ola de calor.