Generalmente, todas queremos que nuestro maquillaje aguante en su sitio todo el tiempo pero hay ocasiones en la que este deseo se convierte en necesidad. Bien porque vamos a estar todo el día fuera de casa o porque vamos a una fiesta importante, la necesidad tiene remedio. El secreto está en crear capas con el maquillaje. Es decir, una sola pasada de producto no suele ser suficiente, salvo que el producto en específico prometa ser muy fijo. Por tanto, aunque con una sola capa de base de maquillaje baste, con el resto de productos deberemos aplicar más de una. El bronceador, en este caso, aguantará más si primero aplicamos un poco en formato crema/stick y, a continuación, sellamos con polvos bronceadores. Igual sucede con el colorete y con el iluminador.
Para las amantes de las sombras, esto les llevará más tiempo pues crear capas con este producto requiere un trabajo de difuminación y paciencia. Una capa de sombra de ojos, por muy potente que sea el pigmento, no tardará en moverse de su sitio o de perder intensidad. Por eso, lo más recomendable es aplicar primero un primer para ojos, aplicar una sombra en un tono muy clarito como el blanco o el nude y a partir de ahí empezar a crear el look, todavía con la técnica de las capas.
Y, por último, el truco para que el labial permanezca en el lugar en que lo pusiste (cosa que parece de lo más difícil) tiene un secreto y se llama perfilador. Es cierto que existen labiales (normalmente mate y líquidos) que no necesitan este paso. Pero, ante la duda y sin nada que perder, lo mejor es perfilar los labios previamente en el color exacto al labial. Otro truco infalible es, además, colorear todos los labios con el lápiz en cuestión y rellenar por encima con el labial. ¡Éxito asegurado!