¿Eres de las que nota que su piel en verano se vuelve más inestable y algún que otro (o muchos) granitos colonizan tu cara sin compasión alguna? Esto es, probablemente –ya que cada piel es un universo–, porque el calor aumenta la producción de sebo, y las pieles grasas o sensibles tienden a llenarse de granitos. Además, se transpira con más frecuencia y el polvo ambiental y residuos se depositan con mayor facilidad en el rostro.
Si te suponen un engorro, siempre puedes disimularlos con productos muy concretos, pero que no cunda el pánico, ten en cuenta que son transicionales y tampoco suponen mayor drama. En cualquier caso, intenta evitarlos o reducirlos con estos consejos, que puedes seguir este verano:
- Cuidado con el sol: aunque parezca que los reseca, el nivel de producción de sebo de tu piel es mayor y, tras la exposición al sol, puede producirse un efecto rebote muy acusado. Modera las horas que te tumbes al sol, hazlo con protección y utiliza sombreros para evitar los rayos solares de más.
- El flequillo: si lo llevas, retíratelo de la cara durante el verano, pues la grasa del pelo o los restos de algunos productos capilares favorecen la aparición de granitos. Usa bandanas para retirarte el cabello, que son el complemento de la temporada.
- Protección solar: infórmate muy bien de cuál es la que mejor va con tu piel. Y usa siempre un factor alto. Aquí tienes algunas ideas.
- Limpieza: aunque no te suelas poner tanto maquillaje como en invierno, no te olvides cada noche de limpiar tu cara. Te sorprenderán los restos que verás en el algodón, si es que todavía no has llevado a cabo una rutina de limpieza estival.
Si tienes un brote fuera de lo normal, acude a tu dermatólogo y evita el sol, los ambientes muy calurosos y húmedos.
En nuestra galería hemos hecho una selección de productos que te ayudarán a mantener el acné a raya. ¡Feliz verano!