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Verse una primera arruga o línea de expresión en el rostro puede ser de lo más chocante y revelador. Casi rivaliza con ese primer pelo níveo que una vez sostuviste o sostendrás entre los dedos frente al espejo. Son momentos íntimos en los que somos más conscientes que nunca de que el paso del tiempo es muy (muy) real y va tan rápido como puede o le dejan, no espera ni hace excepciones.
En ocasiones nos da miedo envejecer, nos da miedo perder la juventud y que la edad adulta, con sus responsabilidades, problemas, amores y desamores se nos queden marcados en el rostro de forma inmutable. Pero la belleza de vivir, crecer, aprender y fallar, encontrarnos, perdernos y volvernos a encontrar, la belleza de ser y estar en un momento único e irrepetible de la historia, es innegable.
Las arrugas y líneas de expresión son parte del camino y tarde o temprano aparecerán (sin avisar). Lo mejor es empezar a cuidarse la piel desde bien temprano, no esperar a que los signos de la edad aparezcan. Para mantener una piel limpia, luminosa y tersa es necesario una rutina facial diaria donde, como mínimo, debe usarse un desmaquillante o agua micelar, limpiador, contorno de ojos e hidratante.
Esta zona del contorno de ojos es altamente fina y sensible, por eso necesita unos cuidados y productos específicos. Al ir cambiando con la edad y aparecer esas líneas de expresión, las cremas que se necesitan a los 22 o a los 65 no son las mismas, aunque todas ellas debemos aplicarlas con nuestro dedo anular (para menos presión) y a toquecitos.
En pieles más jóvenes será mejor optar por fórmulas más hidratantes que nutran, alisen e iluminen esa zona del rostro. En cambio, para pieles más maduras, es necesario un contorno más concentrado para lograr esa firmeza y elasticidad que puede estar perdiendo a favor de la pigmentación y la excesiva textura.
A continuación, una selección de contornos de ojos para cada rango de edad. ¡A elegir!