La piel seca necesita, sobre todo, que la liberen de los restos de polución ambiental, lo cual se consigue completando su limpieza con una exfoliación. En el caso de los cutis grasos, conviene evitar utilizar agua del grifo porque los altera (tranquila, hay soluciones más allá del agua termal). La piel mixta, aunque se denomine así por combinar zonas de grasa y sequedad, hay que tratarla como un “todo”. Y quienes sufren de piel sensible deben buscar en los ingredientes de los cosméticos altas dosis de calma y confort. Descubre cómo realizar una limpieza facial en profundidad, según tu tipo de piel, para obtener resultados profesionales.¡Palabra de facialista!