Reconocer qué tipo de piel tenemos puede resultar fácil pero a veces es más complicado de lo que podríamos imaginar. Dar con tu correcto tipo de piel es el primer paso para cuidarla, existen muchos tipos: piel seca, mixta, grasa, piel sensible, piel atópica... Una vez identificado podrás comenzar a comprar los productos y cosméticos más idóneos para mantenerla perfecta o al menos lo más sana posible.

Optar por cremas adecuadas, el maquillaje preciso (ese con el que siempre te veas guapa) o los limpiadores faciales más idóneos facilitará que tu rostro se vea joven durante más tiempo. Es importante saber que no solo con un mero cuidado semanal notaremos resultados sino que este tipo de atenciones deben repetirse diariamente y a lo largo de los años, quizás deberán intensificarse.

¿Buscas mejorar tus imperfecciones, la visibilidad de tus arrugas o el tacto de tu piel? Realiza este test y comienza por diferenciar tu tipo de piel. ¡Adelante!