Con la llegada del verano, no solo nuestro armario se transforma, sino que también lo hacen nuestros hábitos, que varían por completo. Por ejemplo, damos prioridad a planes de ocio nocturnos al aire libre y cambiamos el gimnasio, el pabellón deportivo, las pistas de esquí o las calles de nuestra ciudad por las que corremos por las playas mediterráneas, canarias o cantábricas, entornos idílicos cerca de casa para practicar deportes de agua y disfrutar de un verano activo.