La cantidad de brochas y pinceles existentes en el mercado asusta un poco, sobre todo a los no-profesionales del maquillaje. Pero lo cierto es que no hay que tenerle miedo, pues incluso los maquilladores más veteranos usan estas herramientas a su antojo, según les atribuyan ellos mismos su propio uso. Esto quieres decir que, aunque tengan un nombre y un objetivo establecido previamente por la firma/industria, no hay nada de malo en usarlas en función de nuestras necesidades, nuestra comodidad y nuestros gustos. Por ejemplo, los pinceles "para cejas" tienen una forma angulada perfecta para aplicar un delineado en polvo extra fino por la línea de las pestañas.
Aún así, es necesario establecer unas pautas que garanticen un mejor resultado en términos de maquillaje. Está claro que aunque podamos otorgarles el uso que creamos conveniente a cada brocha o pincel, si conocemos las formas de estas herramientas y cómo funcionan, será mucho más fácil tomar nuestras propias decisiones. Esto se debe a que el corte, cantidad de cerdas y sus dimensiones tienen que ver con dos aspectos fundamentales: la cantidad de producto a recoger y la cantidad de producto a aplicar. No todos los productos son iguales, al igual que sus aplicaciones tampoco lo son.
Antes de invertir en una brocha o un pincel de maquillaje (sí, algunos son verdaderas inversiones) también tenemos que tener muy en cuenta el tipo de material ante el que estamos. Si la herramienta es de pelo natural (algo más caras de lo normal) quiere decir que la usaremos exclusivamente con productos en polvo. De lo contrario, las brochas de pelo sintético están indicadas para todo tipo de fórmulas: en polvo, en crema, líquidas... Además, estas últimas son muy fáciles de limpiar sin que se estropeen (¡psst, tu friega platos habitual es jabón de brochas favorito de los profesionales del maquillaje).
Recorre nuestra galería en busca de respuestas, ahí encontraras todo tipo de brochas y pinceles que componen un kit de maquillaje básico.