El baby bótox, junto al bótox y el ácido hialurónico, se ha convertido en uno de los retoques estéticos favoritos de los más jóvenes gracias a su naturalidad. Su nombre evoca una versión mini del botox, pero hay mucho más detrás de este tratamiento mínimamente invasivo.
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¿En qué consiste el baby bótox?, ¿para qué está indicado?, ¿cuál es la diferencia con el bótox?, ¿cuánto dura? Te lo explicamos todo con la ayuda de expertas en medicina estética, profesionales a los que deberías acudir si estás pensando en pincharte, puesto que no vale cualquier formación para realizar este tipo de tratamiento médico.
Todas las propiedades del bótox
Los beneficios del bótox para lucir un aspecto fresco y quitar años al instante son de sobra conocidos. Pero, además, la cirujana y médico estética Virtudes Ruíz asegura que mejora el acné -“actúa sobre el sistema de la acetilcolina, que es un neurotransmisor implicado en la producción de sebo, disminuyendo su actividad”-, disimula cicatrices quirúrgicas -“se pone al final de la intervención para evitar la tensión en el corte y la posibilidad de que quede una cicatriz hipertrófica o queloidea”-, evita los brotes de rosácea -“se infiltra sobre unas células llamadas mastocitos para impedir que liberen agentes proinflamatorios”- y ayuda a recuperar la luminosidad. Y aquí entra el juego el baby bótox.
Retoques estéticos: qué debes saber antes de pincharte
Las redes sociales han supuesto el gran cambio de paradigma del siglo XXI. No sólo han transformado la manera en la que nos relacionamos con los demás, con sus “pros” y sus “contras”; también determinan cómo nos percibimos a nosotros mismos.
Así lo describe la doctora Isabel Moreno, presidenta de la AECEP (Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP): “Las redes sociales y la pantalla son a día de hoy la ventana al exterior por la que la generación Z ve e interpreta el mundo, convirtiéndose en un patrón de referencia de una ‘realidad’ subjetiva. Actualmente, la autoestima de muchos jóvenes se conceptualiza a través de estándares o cánones de belleza determinados por algoritmos”, asegura.
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Quizás las horas que pasamos delante del móvil sean una de las razones que explican que en 2022, entre jóvenes de 20 a 35 años, se incrementara en un 10% la demanda de tratamientos relacionados con atrasar los signos de la edad. O al menos así lo ve el cirujano plástico Francisco Gómez Bravo: “El uso prolongado de este tipo de lentes hace que nos enfrentemos más de la cuenta a nuestra imagen y nos haga examinarnos con mayor detenimiento. Estas citas con nosotros mismos muchas veces culminan en un desencantamiento que encuentran su fácil solución en los tratamientos estéticos”, apostilla.
Si estás decidida a someterte a este retoque estético con resultados muy naturales, es conveniente que aclares algunos conceptos. Resolvemos tus dudas con la ayuda de los expertos.
Qué es y para qué sirve el baby bótox
- ¿Qué se conoce como baby bótox?
“Se trata de un tratamiento para la prevención de arrugas de expresión que se utiliza en pacientes de entre 20 y 30 años. Con este procedimiento conseguimos atenuar las primeras arrugas que van apareciendo, así como realzar y abrir la mirada, que es de lo más demandado por pacientes jóvenes”, explica la doctora especializada en medicina estética Marta Sierra, de Clínica Beldon.
- ¿Cuál es la diferencia con el bótox?
La principal diferencia con un bótox completo radica en la dosis utilizada en la intervención. “La cantidad de toxina botulínica inyectada en el músculo es menor, podríamos decir que incluso la mitad”, cuenta la experta.
- ¿En qué zonas de la cara se aplica?
Lo primero que hay que tener en cuenta -según destaca la doctora Sierra- es que no todos los pacientes se inyectan de la misma manera. “Cada cual tiene un plan de tratamiento individualizado”, asegura. ¿Lo más frecuente? Inyectar la toxina botulínica en los músculos procerus, que se encuentra en el dorso de la nariz y el entrecejo, corrugador, en la parte interna del arco superciliar, y músculo frontal. También se puede inyectar en pequeñas dosis en el orbicular de los ojos.
Y otro uso, quizás más desconocido, es infiltrar la toxina a nivel muy superficial y en una dilución diferente a cuando se aplica para eliminar arrugas de expresión, lo que proporciona un efecto “buena cara” y un aspecto luminoso inmediato. “La piel donde se inyecta obtiene un aspecto jugoso, luminoso y un brillo natural espectaculares, sobre todo en personas jóvenes que no tienen arrugas de expresión marcadas”, asegura la doctora Virtudes Ruiz.
La especialista añade: “Ha quedado demostrado en estudios científicos que la toxina botulínica estimula la producción de colágeno y elastina y, por tanto, regenera los fibroblastos, lo que mejora la turgencia y añade efecto buena cara al instante. Es un efecto que se incrementa con el paso de los días”.
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- ¿Qué edad es la recomendada para empezar?
El tratamiento con bótox puede comenzarse en torno a los 20 años. Ojo, siempre que haya indicación médica. “Si de lo que hablamos es de prevención, el baby bótox es un tratamiento idóneo para pacientes en los que empiezan a marcarse finas arrugas debido a la gran gesticulación que tienen en frente o entrecejo”, destaca Marta Sierra.
- ¿Por qué el baby bótox es tan deseado?
Porque, además de prevenir la formación de arrugas, se logra un rejuvenecimiento instantáneo del tercio superior del rostro. También se consigue elevar la cola de la ceja y abrir la mirada, haciendo que quede más fresca y despierta sin perder ni la expresividad ni la naturalidad. Un complemento perfecto, en opinión de la experta, para mejorar la calidad de la piel en el tercio superior, es el peeling químico o la luz pulsada intensa.
- ¿Cuánto duran los resultados?
Otra de las diferencias con su hermano mayor, el bótox, es la duración. En la versión “mini”, al inyectarse menos cantidad de toxina botulínica, los efectos duran menos. Una advertencia de la doctora Sierra: “Los resultados de un bótox completo también son naturales, siempre que la inyección y la dosis sean precisas”.
El coste por sesión (una es suficiente) es de alrededor de 350 euros.