Cada año vuelve a ocurrir lo mismo: la temporada hace estragos en nuestro peso y nuestra figura. Y es que muchos de nosotros, cuando estamos en las vacaciones más esperadas del año solemos exclamar que el verano está para disfrutarlo y tiramos por tierra los resultados de la dura operación biquini. Y cuando llega septiembre volvemos a tenerle mucho miedo a subirnos a la báscula.
Ir de chiringuito en ciringuito o ir conociendo los platos más ricos y suculentos de la ciudad que hemos visitado pasa factura. Pero ¡que nos quiten lo 'bailao'! Eso sí, no podemos seguir con ese ritmo frenético de comidas y de excesos, ya no solo por el aumento de peso, sino por nuestra salud.
Cuando tu cuerpo no hace más que alimentarse de grasas o azúcares, al final se resiente y eso podría ser uno de los principales detonantes de sufrir una de las enfermedades cardiovasculares que nos acechan. Por eso debemos tomar cartas en el asunto o comenzar una alimentación consciente y beneficiosa para nosotros.
Lo que nos pide el cuerpo a la vuelta de las vacaciones es que lo depuremos. Es decir, que eliminemos las máximas toxinas posibles que hemos ido adquiriendo durante esos días de relax cambiando ciertos hábitos alimenticios y, por supuesto, haciéndonos con alimentos depurativos que nos hagan la vida más sencilla.
Cambiar pequeños gestos, como beber más de dos litros de agua al día o comer yogures naturales, sin frutas, azúcar o pepitas de chocolates, nos ayudarán bastante a conseguir la figura que tanto nos habíamos preparado el invierno pasado.
Alimentos poco usuales para muchos nosotros como el hinojo o el rábano negro tendrán que ser inmediatamente introducidos en tus costumbres alimentarias ya que son los que más ayudan a depurar las toxinas del organismo. Y así hasta 7 alimentos, más comunes de lo que crees, que ayudarán a que tu vuelta a la puesta a punto sea menos dura de lo esperado.