Moño alto
Distínguete. El de bailarina, origen de los moños altos, renace en 2016 con acabados esculturales (deja algún mechón fuera del recogido y endurécelo con un gel fijador) y ornamentos intrincados como las trenzas vistas en el desfile de Valentino.
Casi un 'lifting'. ¿Mejillas hundidas? ¿Ojos caídos? Piensa en este peinado como en una sesión de electroestimulación facial. Visualmente, añadir algo de volumen a la coronilla crea la ilusión de un rostro más estilizado y de unos pómulos más altos. Si escoges su versión tirante lograrás, además, ese efecto rasgado en los ojos que resulta tan favorecedor.
La melena grunge
El aluvión de champús en seco lanzados al mercado el último año es la muestra de que el bad hair day está de moda. La cultura trash de los noventa alcanza a las melenas. Quédate (solo) con su lado más sexy.
Evolución natural. El swag .melena capeada hasta los hombros y flequillo (véase Alexander Wang)- ha dominado el otoño con su apariencia informal. Diseñadores como Michael Kors y el star system han adoptado la comodidad de este look frente al clásico de ondas pulidas e inspiración Hollywood, más trabajoso. Eso sí, con estilos renovados que abogan por la textura deshecha en melenas compactas, semirrecogidos... Que se lo pregunten a Alexa Chung, que se ha dejado crecer el flequillo y vuelve a la punta californiana, o a Kate Moss, que luce el nuevo 'grunge' inspirándose en Brigitte Bardot.
Inmune al 'bad hair day'. ¿Tu cabello no está tan limpio como desearías? ¡Punto extra! Un poco (entendámonos) de suciedad ayuda a que esta melena sea más llevable, ya que adquiere textura al no tener la suavidad del pelo recién lavado. Otro consejo: al marcar la raya, busca la inclinación natural.
La coleta
Como en un juego de Matriuskas, el básico de los básicos se multiplica con versiones que te llevarán del espíritu más naíf al más high class. La buena noticia es que ¡todas sientan bien!
Un accesorio elegante. Al contrario de lo que ocurre con la melena, la coleta abandona el aire retro y la textura messy para brillar con todo su esplendor. Comienza creando una base lisa (mejor y más rápido con plancha -Steampod, de L'Oréal Professionnel, se activa con vapor para mantener el cabello cuidado-), para que le luz se refleje como en un espejo. Poco más necesitarás (a excepción de maxi pendientes, que ayudan) si tu objetivo es lograr un look sofisticado.
Dale una vuelta. No te rindas a un ejemplar único de coleta. Para esta P/V, los diseñadores han subido a la pasarela versiones tan creativas como ponibles. En clave colegiala con lazo nude de grosgrain la hemos visto en Dior, y con similar espíritu naíf, pero como un twin-set capilar, por pares, en Chanel y en Marni. La coleta de Balmain, anta, tirante y desafiante, recobra el espíritu high class en un guiño a los 80. ¿Su destino? Las noches de verano.
La trenza
Tenía visos de ser un romance de verano y se ha convertido en amor verdadero. Cuando parecía que todo estaba dicho sobre el recogido de colegiala, aparecen propuestas adictivas. La última trenza aún no se ha creado.
'God save the queen'. Desde que Alexander Wang utilizó para sus desfiles la trenza larga, gruesa y ladeada -y ya han pasado más de seis años- el peinado antes circunscrito a estudiantes vive un largo reinado. ¿Por qué gusta tanto? Porque permite cambiar sin riesgos (a diferencia de la coloración).
Por ti misma. En su informalidad reside el éxito (el llamado estilo effortless -sin esfuerzo-), lo cual la convierte en un recurso fácil y efectista para esos días en que estás falta de ideas. Tanto si es de espiga, de raíz o clásica de tres cabos, hazla a tu aire (prueba a realizarla sin espejo y sorpréndete), importante: deja algún mechón volar a su aire.
Para quién, para cuándo. Da un giro a la más universal, la de colegiala, como vimos en el desfile de Guillermina Baeza en MBFW P/V 16: recoge una coleta baja, esconde la goma, con un mechón de pelo y trenza de espiga, dejando libres las puntas. Las trenzas diadema (como Goya Toledo) mejor resérvalas para fiestas.