El concepto de este establecimiento situado en Vila Nova de Gaia, lugar que desde siempre ha acogido a las muy famosas bodegas de la ciudad, no es lo habitual. Para empezar, se trata de un modernísimo y acogedor hostel con habitaciones de distintas y múltiples capacidades. Pero también es un coqueto hotel con fantásticas estancias y vistas al río Duero. Huéspedes de uno y otro se mezclan en las salas comunes creando un ambientazo increíble lleno de gente joven, mochileros, turistas curiosos y amantes del vino. Esto último es importante, porque The House of Sandeman convive con las bodegas Sandeman, que fabrican uno de los mejores vinos de Oporto. Puedes catarlo por ti misma sacando los tickets para una visita guiada con clase magistral y cata incluidas. Pero, volviendo al concepto del alojamiento, si optas por el hostel porque viajas en un grupo más o menos grande, que sepas que las macroestancias, además de económicas, son amplias, limpísimas y con un curioso y moderno diseño que recuerda a las barricas donde reposa el vino. Estarás muy a gusto. Si prefieres ir a lo convencional y alojarte en las llamadas suites, eso ya es otro mundo: las habitaciones (ojo a las camas, que son comodísimas), tienen una decoración muy agradable y un punto musical gracias al tocadiscos presente en todas ellas –hay vinilos a tu disposición en la propia habitación, pero puedes consultar el catálogo en recepción para elegir la banda sonora que quieres pinchar–. El desayuno se convoca en la mesa común que hay junto a la Recepción y se convierte en una ocasión muy especial para confraternizar con otros huéspedes en el caso de que lo deseas. Además, la propiedad del hotel prepara varios detalles para sus huéspedes, empezando por el cóctel de bienvenida (Portotonic, elaborado como un gintonic pero con el vino blanco de Oporto sustituyendo a la ginebra), la hora del té, etc. Un lugar singular no solo para conocer la ciudad (a tiro de piedra atravesando el puente Luis I, cerquísima del hotel), sino para descubrir la zona de Vila Nova de Gaia y todo lo que ha cambiado en los últimos años, con las bodegas convertidas en repositorio de la historia de Oporto y ejemplo de modernidad y cambio consciente.
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