En realidad, no existe una teoría fija a la que ceñirse estrictamente si queremos un buen resultado. La respuesta la vas a encontrar en tus gustos y preferencias en ese momento, pues aplicar brocha o esponja dependerá del acabado que quieres conseguir. Concretamente, las brochas son las encargadas de conseguir una cobertura mayor. Esto se debe, entre otras cosas, a que no retienen tanto producto como una esponja y, por tanto, lo extienden casi por completo por todo el rostro creando una capa más gruesa. Por el contrario, una esponja tiende a absorber mayor cantidad de producto y, además, su textura hace que el acabado sea más natural y que el maquillaje se sienta como una segunda piel. Teniendo en cuenta esto, la decisión está en ti. A continuación, te mostramos algunas de nuestras brochas y esponjas favoritas para aplicar maquillaje líquido o en crema.