“Echo de menos los tiempos en los que simplemente tenías un número de teléfono y un contestador, que a su vez tenía un cassette que te dejaba claro si tenías o no un mensaje de ese tío. Ahora tienes que meterte en todas estas redes sociales para saber si te han rechazado mediante siete tecnologías nuevas. Es agotador”.

Esta cita es de la película ¿Qué les pasa a los hombres?, y hoy tiene más sentido que nunca. Ocho años han pasado de estas palabras, y son decenas los términos y apps para ligar las encargadas de dibujar esta distancia temporal y tecnológica. Tinder, Happn, Adoptauntio, Hate… Son innumerables las aplicaciones que prometen encontrar el amor con ayuda del smartphone, pero lo realmente necesario para encontrarlo, o para saber que no lo vas a encontrar, es tener un diccionario acorde a la nueva situación sentimental en la que nos hallamos inmersos. Deja la RAE durante unos minutos y apunta los nuevos términos del DAD (Diccionario Amoroso Digital). Por cierto: la mayoría de los términos dan rabia. Mucha rabia. Pero nadie dijo que Cupido nos lo pusiera fácil, por mucho que haya cambiado sus flechas por emojis.

Sexting

Se trata del arte de mandar mensajes subidos de tono a través de las dating apps o de WhatsApp. En ocasiones, van acompañados de fotografías, y ante ambas variantes se impone una máxima: la cautela extrema. Cuidado con las imágenes en las que puedas ser identificada -un tatuaje puede convertirse en tu huella de identidad digital- y especialmente, con 'checkear' dos veces a quién mandas el mensaje. Porque nadie quiere verse en la tesitura de tener que explicarle a su madre que ESE mensaje no era para ella.

Revenge Porn

Puede estar directamente relacionado con el término anterior. Se trata de la práctica de utilizar material de contenido erótico compartido previamente con tu amante o pareja para convertirlo en un arma. De ahí la importancia de evitar mandar vídeos o fotografías que puedan delatarte, porque el hombre que hoy parece tu media naranja puede convertirse mañana en tu pesadilla completa.

El lenguaje del amor en tiempos de Tinder

Unsolicited Dick Picks

Responde a la costumbre que tienen algunos hombres de enviar fotografías de su pene sin venir a cuento, como si de un emoji se tratara. Nos referimos a situaciones en las que apenas conocemos al interlocutor o en las que la conversación versa sobre una temática cualquier y, de repente, una imagen insospechada -y fálica. Ante todo, fálica- irrumpe en tu móvil. El azar hará en demasiadas ocasiones que esta invasión ocurra cuando estás en una reunión o en una comida familiar. La Ley de Murphy es muy retorcida cuando las apps están involucradas.

Ghosting

Es el nuevo “Ir a por tabaco”. Se trata de desaparecer de la relación sin dar señales de vida. De un día para otro, tu pareja deja de responder a tus mensajes y a tus llamadas sin dar explicación alguna y, lo que resulta más doloroso, sin ofrecer la tan necesaria clausura.

Breadcrumbing

El ghoster, de repente, reaparece… para volver a desaparecer. Va dejando miguitas de pan en tu mente y en tu corazón, que no logran comprender que el sujeto no tiene interés alguno en tener nada serio contigo. El ghosting es de crueldad magna, pero el breadcruming, de crueldad hiperbólica. El ghosting es de cobardes. El breadcruming, de sádicos.

Phubbing

Una relación está en fase phubbing cuando un miembro de la pareja -o ambos, incluso- no separan la mirada de sus teléfonos móviles cuando están juntos. Si tu chico o tú caéis en esta práctica, quizás haya llegado la hora de plantearos si lo hacéis porque en realidad el otro no os interesa ya lo más mínimo o si es momento de darle un poco de samba a la relación.

Zombing

Un hombre del pasado reaparece, sin razón aparente. El receptor suele estar ya en una situación muy diferente a la de antaño, por lo que asistirá perplejo ante este regreso del más allá emocional.

Benching

Cuando un hombre escribe de forma esporádica, da 'likes' a tus publicaciones y revisa tus estados, puede estar construyendo un banquillo del que tirar cuando necesite una nueva jugadora en su partido amoroso. No caigas en su juego.

Stalkear

Que levante la mano el que no haya caído en el stalkeo, es decir: mirar minuciosa y sistemáticamente sus fotografías, stories, estados e incluso los de sus amigos o amantes. El mayor miedo del 'stalkeador' es dejar rastro, por lo que temerá dar un 'like' indeseado -ese que nos empuja a desear que nos trague la tierra- tanto como morir electrocutado.

Stealthing

Cada vez hay más casos de hombres que se quitan el condón en plena relación sexual sin consentimiento de la pareja. Alexandra Brodsky, en un informe publicado en el Columbia Journal of Gender and Law, habla de esta práctica de violencia, que supone una agresión sexual. La Corte Criminal de Lausana ya ha condenado a un hombre por llevar a cabo esta deleznable maniobra.