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¡Qué mejor plan para verano que disfrutar un festival en la noche madrileña! Hace unos días asistí al festival de música Summer Story con mis amigos y nos lo pasamos fenomenal.
Llegamos a las 8 de la tarde al festival, que era en Arganda Del Rey, dispuestos a pasar una noche muy divertida. La verdad es que estaba muy bien organizado, dos escenarios con muy buen sonido. Cada uno tenía un tipo de música diferente, lo que te permitía ir cambiando de ambiente musical.
Resultó muy divertido, porque fuimos cinco amigos en coche pero luego cada uno se largó por su lado. Para este tipo de eventos siempre quedamos todos en el altavoz de la derecha; de esta manera, aunque vayas solo o te pierdas, vas a encontrarte con la gente que conoces.
Una de las cosas que más me divierte de los festivales es de la manera en la que se viste la gente. Todo el mundo lleva una gorra, una bandera o algo por el estilo. Pero siempre están los más originales, como este chico que me encontré que iba disfrazado de fantasma.
Yo llevaba una bandera de un festival de música en Barcelona al que fui el año pasado. Para ser sincera, es la única que tengo y por eso la llevé. Pero ello no quita que no me lo pasara bien lanzándola por todos lados.
Aunque parezca lo contrario, la decisión que ir vestida con unos shorts y una camiseta de manga corta no fue la mejor elección. Alrededor de las 3 de la mañana el frío empezó a notarse, y acabé usando la bandera como abrigo. ¡Quién me iba a decir a mí que a mediados de junio iba a hacer frío!
Ir a festivales es algo que me apasiona. Ves a gente de todo tipo pasándolo bien y siempre de buen humor. Cada vez que puedo, me escapo a uno.