Cómo hacerte bien el 'eyeliner' de una vez por todas

Ay, el eyeliner... Ese tipo de make up que nunca pasa de moda pero que, a algunas, nos resulta imposible de trazar con precisión. Todas, en algún momento de nuestra vida, hemos querido llevarlo: algunas lo han conseguido realizar, y a otras nos ha costado más.

Ahora estamos en el momento ideal para aprender a hacernos la raya: no podemos salir de casa, luego no tenemos excusa para no dedicarle tiempo. Si ya has probado a cortarte sola el pelo, a teñirte tú misma las raíces e incluso a hacerte la manicura por tu cuenta, entonces estás preparada para el siguiente paso: hacerte el delineado perfecto. Además, te ofrecemos dos maneras diferentes de conseguirlo, ambas con trucos de experta para un resultado ESPECTACULAR.

Cómo pintarse la raya del ojo como una experta

En esta primera vía contamos con los consejos de la maquilladora Cristina Lobato. En primer lugar, advierte de que hay que tener paciencia, ¡nunca sale a la primera! La experta lo condensa en tres pasos:

  1. Con tu eyeliner de gel favorito (por ejemplo, el Brushstroke de Mac es ideal) y un pincel biselado, traza una línea (mantén el ojo abierto) desde que terminan las pestañas inferiores en diagonal con la inclinación que más te guste. No te preocupes si no queda simétrico con el otro ojo, Cristina tiene un truco con el que solucionarlo.
  2. Una vez has trazado la parte más llamativa, toca unirla con el párpado. Ve rellenando del interior hacia fuera. Primero, desde la mitad del párpado y después desde el lagrimal.
  3. El truco: "Humedecemos un pincel plano con agua micelar, lo apoyamos sobre la cola del eyeliner y deslizamos para corregir la inclinación y así hacer una línea totalmente recta, limpia y pulida", aconseja la experta.

Hacerse el 'eyeliner' con plantilla

Si se te ha agotado la paciencia, tranquila, puedes optar por la vía fácil, cortesía de L'Oréal Paris. Necesitas su eyeliner líquido Flash Cat, que incorpora una plantilla de lo más práctica. De nuevo, sigue estos tres pasos:

  1. Coloca la plantilla como más te guste: si quieres una línea discreta, sitúala pegada a la piel. Si la prefieres más intensa, sepárala un poco más.
  2. Rellénala. Primero los bordes y luego el exterior.
  3. Únela con la línea superior del párpado para conseguir el acabado perfecto.

¡Ánimo! Lo sabes, es cuestión de práctica y estás en el momento perfecto para conseguirlo.