Aunque la desescalada del confinamiento avance, lo único que parece no cambiar de fase es tu tripita. Durante estos días apenas habías pisado la calle. El ejercicio en casa era posible, pero complicado. Y la vida se hacía más fácil haciendo el flan casero que no engorda de Pilar Rubio, pero también las patatas fritas de toda la vida... Sí, hemos engordado TODAS.
Pero ahora que alguna luz se ve al final del túnel de coronavirus, hay que empezara a tomar medidas contra esa subida de peso momentánea, antes de que se convierta en permanente. Es hora de abandonar los excesos propios del confinamiento, iniciar alguna dieta suave, aprovechar que ya se puede hacer ejercicio para retomar la rutina deportiva y, por qué no, dejarse ayudar por la cosmética.
Sea por la consabida operación bikini o porque notas cómo no te cierra ningún pantalón, recurrir a las cremas que se anuncian como reductoras es una tentación por la que hemos pasado cada una de nosotras. Con ellas se quiere cumplir el deseo de bajar de peso de forma localizada. Es decir, más donde más nos importa, como puede ser la grasa abdominal, la cintura, el contorno de la cadera o los muslos.
Tanto marcas muy publicitadas como las menos conocidas anuncian que sus principios activos drenantes y reafirmantes ayudan a bajar X centímetros en X días. Según los estudios científicos, la distancia entre la realidad y el deseo es grande, pero eso no significa que no hagan nada.
En muchos casos, se puede reducir el contorno en milímetros (hasta casi llegar al centímetro), lo que nos puede parecer una victoria pírrica, si bien ese milímetro puede ser la diferencia entre cerrar o no el pantalón. Además, más allá de esas propiedades, masajear las zonas a tratar ayuda a activar la circulación y mejorar el tono.
Te animamos a que las uses en combinación con dieta y ejercicio, para aprovechar al máximo cualquiera que sean sus efectos. Estas son las más valoradas y/o vendidas de Amazon. ¡Atención! No siempre la más cara es la mejor...